El boom de las cervezas artesanales y la importancia de la protección legal de una marca

Las cervezas artesanales están aquí para quedarse. Lo que comenzó como una pequeña anécdota en nuestro medio, se convirtió luego en una moda para posteriormente transformarse en una industria pequeña pero con un crecimiento sostenido*

Sin lugar a dudas fue Cervecería Barbarian la que puso en vitrina el concepto de cerveza artesanal**. Y menciono vitrina porque antes de Barbarian ya existía la iniciativa por parte de Hops, en Trujillo, y Münchner, en Tacna, de elaborar cervezas artesanales; sin embargo, en marketing uno existe cuando está posicionado en la mente del consumidor y eso hizo Barbarian con una gran estrategia de marketing y publicidad: apropiarse de la categoría, asociándose al concepto de cerveza artesanal para luego convertirse en referente entre sus pares.

Luego de ello vinieron las ferias de cervezas artesanales, las competencias internacionales y los premios. Ahora, con un mercado ya estructurado están entrando muchas más cervecerías artesanales al mercado, en su gran mayoría startups que buscan competir y posicionar con propuestas únicas (sabores y aromas) sus marcas.

Y es que la lucha entre las cervecerías artesanales se da en el campo de las percepciones y asociaciones que el consumidor pueda realizar con la marca. Estar en el «top of mind» es un anhelo para las cervecerías artesanales y una consecuencia que seguramente encontrarán al fidelizar a sus consumidores.

Sin embargo, existe una base o paso previo antes que la marca cervecera pueda posicionarse: la protección legal de la marca, a través de un registro, como signo inequívoco de titularidad el cual es un requisito esencial para que una cervecería artesanal pueda empezar a soñar con una estrategia de marketing demoledora.

Imaginen el lanzamiento de una nueva marca de cerveza artesanal. La línea gráfica, el logotipo y la denominación de la marca son sobresalientes y ni qué decir de la cerveza, algo espectacular. Los dueños están emocionados y asignan una parte importante de su presupuesto al área de marketing. Estamos hablando de merchandising, publicidad en redes, eventos de degustación, prensa y un largo etcétera.

Al cabo de unos 3 meses, la demanda empieza a virar hacia la marca de nuestros cerveceros emprendedores. A los 5 meses empiezan a tener clientes que mencionan su marca como la preferida. Es imposible no soñar en grande y los cerveceros invierten mucho más… y luego las malas noticias, al cabo del sexto mes reciben una notificación de cese del uso de la marca por una infracción a los Derechos de Propiedad Intelectual de una tercera persona titular de una marca casi idéntica que distingue cervezas. Los emprendedores ahora no saben qué hacer. ¿Qué pasará con toda la inversión? ¿Es posible que reciban una multa de hasta 150 UIT? ¿Existen sanciones penales? ¿Será posible recuperar la reputación de la marca? ¿Qué pasará con la producción? Y un sinfín de preguntas más. Luego de unas semanas deciden parar la producción por las implicancias legales del caso.

Es por ello que las cervecerías artesanales deben primero y antes que nada comenzar con la protección legal de su marca a través de un análisis legal del sistema marcario, es decir ver si efectivamente existen marcas similares o idénticas registradas o en trámite, y posteriormente, ver la factibilidad de iniciar el procedimiento de registro ante el Indecopi. Es preferible demorar 5 meses en la protección legal de la marca que arrepentirse de no haber dado ese paso y así evitar estar en la indeseable situación ocurrida a nuestros cerveceros artesanales.

*Por ejemplo, en el 2015 se produjo 778 072 litros anuales y se facturó 9 246 072,93 Nuevos soles. Información brindada por la Unión de Cervecerías Artesanales Del Perú.
**Es importante mencionar que los pioneros en el sector de cervezas artesanales son Cervecería Barbarian y Sierra Andina.

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